Historia del Arte en Rosario


Ir al Contenido

Grupo Litoral

Glosario Artístico > Personas y Grupos Destacados

En 1949 un grupo de artistas amigos en búsqueda de una salida hacia una propuesta renovadora con el objetivo de constituir una agrupación, comienzan a reunirse de manera discreta en el bar Villamil, de Salta y Ricchieri.
A finales de este mismo año se realiza una a muestra en estos artistas en la galería
Renom, sin utilizar ningún nombre de agrupación.
La denominación “
Grupo Litoral” fue idea del artista Leonidas Gambartes, con el sentido de identificar geográficamente a esta zona del país.
Todos habían traspuesto dos décadas desde aquel inicio orientativo-formador iniciado con Antonio Berni, se presentaban ahora más serenos, dejando de lado los apasionamientos ideológicos pero no su esencia.
En el ´50 se redacta un Manifiesto con características universalistas, no sectario, destacando los ideales de la pintura en relación a la libertad del hombre y de la humanidad, excluyendo las banderías políticas; en simultaneidad se realiza la primera muestra de Grupo Litoral, con buena difusión concurrencia y amplia concurrencia.
“No propiciamos escuelas ni somos catequistas de ningún ‘Ismo’. Sólo condenamos el sentido académico y las fórmulas convencionales, en cuanto consideramos que ellas coartan la libertad del hombre para expresar las revelaciones de su nuevo espíritu con un nuevo lenguaje”. Fragmento del Manifiesto.
Aunque no conformaron una similitud de tendencias plásticas, deseaban asumir un proceso de cambio y renovación estético en su propia ciudad.
Formaron parte de una estrategia de resistencia cultural para preservarse ante una nueva situación histórica que sus miembros consideraban particularmente crítica. Dejaron de lado las consignas políticas, solo aparecía en algunas obras de manera muy velada y tenue; en el cuadro prevalecía el lenguaje de la pintura.
Para expresar las revelaciones de su nuevo espíritu con un nuevo lenguaje, sin pretensiones de construir un “ismo”, mantenían una actitud de rebeldía hacia el academicismo y las formas convencionales, por considerarlas que coartaban la libertad del hombre.
Sus integrantes sostenían que la adhesión a cualquier corriente debía responder a una necesidad interna del individuo sin el condicionamiento que había reinado en
La Mutualidad.
Ahora reinaba el respeto frente a las diferentes formas del pensamiento, para que cada uno encuentre su propia dirección; imperaba la libertad sin condicionamientos y una actitud de ruptura con la tradición.
Integraron el
Grupo Litoral: Leónidas Gambartes, Juan Grela, Francisco García Carrera, Domingo Garrone, Oscar Herrero Miranda, Alberto Pedrotti, Santiago Minturn Zerva, Hugo Ottman, Gutiérrez Almada, Carlos Enrique Uriarte, Ricardo Warecki; posteriormente se integrarían: Pedro Giacaglia, Froilán Ludueña y Arturo Ventresca.
La mayoría de los integrantes de este grupo, se habían nutrido del Expresionismo, del Post-Cubismo y del Surrealismo.
Aceptaron el Constructivismo de Torres García, negado en la etapa juvenil de la Mutualidad; se interesaron por el Expresionismo Abstracto y el Arte Informal, las obras de Klee, Miró, estudiaron las teorías de Kandinsky.
Incorporaron los recursos modernistas, pasando gradualmente de la figuración hacia soluciones plásticas de mayor abstracción.
Notamos en sus obras la aplicación de un color rigurosamente plano por grandes manchas, el grafismo dinámico, la subdivisión geométrica del soporte.
Pese a las diferencias s de oficio y pensamiento, un factor común los equiparó; era el tono de un color identificatorio con lo regional, sumada a la temática americanista, la preocupación por nuestro entorno y sus habitantes, incorporando aspectos étnicos y ecológicos de nivel regional.
La elección temática recae en el hombre y su inserción en el paisaje del litoral, con intencionalidad de valorizar el río Paraná y la llanura que rodea a la ciudad.
Por primera vez desde una ciudad del interior se lograba interpretar una realidad geográfica autóctona con lenguaje propio, relegando las tradiciones del realismo político. Habían iniciado la renovación artística del país, desde Rosario, con un compromiso ligado a la vanguardia pictórica en oposición a las posturas académicas de entonces.
Constituyeron una verdadera Escuela del Litoral, legitimando un movimiento cultural trascendente, cuyo radio de acción traspasó los límites de su provincia para actuar también en Buenos Aires Córdoba, Tucumán y Chaco, haciéndose conocer en todo el país.
El Grupo Litoral, atrajo y generó la atención hacia Rosario, impulsando la comercialización de obras, a través de las galerías artísticas de la ciudad.
En simultaneidad despertó curiosidad por la historia artística local; despertando conciencia que la ciudad poseía una valiosa historia de arte y artistas locales. Salieron del olvido y se revalorizaron artistas como: Musto, Schiavoni, Tito Benvenuto, Cochet, Minturn Zerva, Bertolé, Caggiano, y otros.
A partir de 1953 comienzan advertirse en todo el país signos de inquietud; a medida que la política económica sufría algunos tropiezos, las huelgas y conflictos sociales se acrecentaron. Se precipitó una vertiginosa descomposición social, política y económica.
El gobierno se manifestaba intolerante, prepotente y despótico a todo aquello que de algún modo se opusiera al estado; la fuerza era el arma para solucionar los problemas, la oposición comenzó a ser arrestada y llevada a la cárcel. Deja de existir la libertad de prensa, por orden de Perón se cierran varios diarios y radios.
El vacío cultural en lo educativo y artístico, producido por el control político existente; generó dificultades en la intelectualidad comprometida. Sometidas las libertades de pensamiento y libre expresión, en permanente dilema sobre lo que se permite mostrar o el modo a través de las alternativas de un meta lenguaje.
Desde ‘
Refugio’, aquella agrupación de plásticos a la cual pertenecía Gutiérrez Almada, uno de los integrantes del Grupo se refiere de este modo: “Presentíamos esa acción disolvente; habíamos sufrido amenazas por negar representación en el jurado del Salón Oficial Municipal.
(…) Cuando nos enteramos de la citación que habían recibido los integrantes del Grupo Litoral por parte de la Jefatura de Policía, compartimos la indignación por el avasallamiento; pero también no pudimos dejar de sufrir la amenaza.
En un catálogo del 2006, el artista Rubén de la Colina analizaba los sucesos de este modo: Correspondería formular la pregunta de si fue aquélla la razón de la disolución del grupo; pero cuesta aceptar que el temor haya podido amedrentar a quienes se unieran para enfrentar, luchar y anunciar un cambio…”.
El Grupo Litoral tuvo una existencia de diez años; como organismo vivo respondió a ritmos biológicos, resultado de las modificaciones evolutivas de los seres, de sus posiciones, de la elección de caminos, la situación de la época.
Las obras de estos artistas experimentan modos autónomos, toman conciencia de su valor social. Se acentuaba el hábito de exponer individualmente; aquietado el sentido y necesidad de las muestras colectivas, el grupo perdió como tal su sentido.
Los objetivos iniciales constitutivos del grupo estaban satisfechos y su ciclo concluía, dejando paso a otras propuestas de nuevos artistas.


Introducción | Pioneros del Arte en Rosario | Manifestaciones Arquitectónicas | Entidades Culturales | Biografía de Artistas | Glosario Artístico | Bibliografía | Currículum | Mapa del Sitio


Regresar al contenido | Regresar al menú principal