Historia del Arte en Rosario

Pintor y diseñador

Nacido en Rosario, Argentina. Hijo del conocido pintor Osvaldo Traficante, autor de una bella e importante obra independiente, muy autónoma.
Inicia su etapa exponiendo en 1968 en Galería Mercurio de Rosario, al año siguiente en Galería Renom; es invitado por el Museo Nacional de Bellas Artes de la ciudad de San Luis (Argentina), a restaurar las obras del escultor, desaparecido, Nicolás Antonio de San Luís.
Realiza un viaje de estudios por distintas ciudades europeas, junto a destacados pintores.
En 1971, cursa la carrera de arquitectura, en la ciudad de Rosario.
Integró el jurado del Salón de Pintura 1975, en la ciudad de San Nicolás, provincia de Buenos Aires.
Realiza muestra de sus obras pictóricas en el país y Europa.

Obra:

Sea por la admiración de haber tenido un padre pintor, o el haber nacido con la predisposición hacia el arte, la sensibilidad y su curiosidad visual le permite trasladarse del propio espacio para ahondar en el ser humano, la distancia del paisaje, la simpleza inmensa que ofrece el mar o los cielos, todos son pretextos mágicos para su temática.
La ventana es una imagen que aflora con insistencia en sus obras una visión a través de ella con muchas interpretaciones, a veces queda detenida como una referencia en el marco, otras escapa de sus límites, produciendo esa dirección que nos transporta visualmente hacia otros espacios.
Traficante, cuando va en búsqueda de la imagen funde su mundo interior con el de la realidad; recrea constantemente imagines externas e internas entre lo real y lo imaginario. La espontaneidad y habilidad espontánea para alcanzarla pone de manifiesto un sólido oficio.
En ciertas etapas por el la manera de utilizar el color manifiesta ser un expresionista, en otras adopta una identidad hacia el fauvismo.

Es netamente un colorista, predomina el empaste, construye sobre la misma base del color.
De manera gradual ha encontrado resoluciones más claras a través de un proceso minimalista: logra valerse del objeto como un pretexto formal en sí mismo; así la obra conduce a mayores interrogantes, se hace más enigmática; alcanzando una nueva identidad.
El camino de la creación es la búsqueda incansable de manifestar un mensaje, una metáfora, una visión propia del mundo y sus circunstancias.
Traficante se entrega a esa interpretación vivencial con una temática variada en donde podemos interpretar la plenitud de su sensibilidad.
Esta libertad temática se manifiesta en la expresión que adquieren las figuras y el fondo, donde resulta difícil definir cual es parte del otro, esa dicotomía genera un espacio plástico inquietante; en donde el espacio interior y/o exterior se conjuga sin barreras formales.
Profundiza en los paisajes urbanos y marítimos, lo cotidiano. Otras veces busca aproximaciones hacia la naturaleza interna humana.

....La composición de los temas que parecen continuar no respetando los límites del plano pictórico, da al observador una libertad de imaginación, de continuación de la obra más allá del límite de la misma... Arq. Edgardo Nelson Rodríguez -Asesor del Palacio de las Artes, Bs. As.

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